817 VISITAS TOTALES // 96 VISITAS PARCIALES (3/12/2.021) 3.137
TARRAGONA EN LA HISTORIA (13)
http://ramon-rsarlef.blogspot.com.es/2011/01/419-tarragona-en-la-historia-13.html (419)
http://ramon-rsarlef.blogspot.com.es/2011/01/419-tarragona-en-la-historia-13.html (419)
TARRAGONA EN LA HISTORIA (10)
http://ramon-rsarlef.blogspot.com.es/2011/01/433-tarragona-en-la-historia-15.html (433)
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http://salvamentoterracontajedevisitas.blogspot.com.es/2012/12/8-contaje-de-visitas-de-tarragona-en-la.html
http://ramon-rsarlef.blogspot.com.es/2010/10/326-tarragona-en-la-historia-10.html (326)
TARRACO NOSTRA 1999
http://www.nemesis-arq.com/cast/cast%20rec%20hist.htm
TARRACO VIVA 2003, RECREACIÓN DEL FUNERAL DEL AURIGA EUTYCHES
EUTYCHES
EUTYCHES Y FUSCUS
En la "TÀRRACO VIVA" de 2003 se recreó el funeral del auriga tarraconense Eutyches, con todo el ritual previo y posterior a la inhumación, el cual constituyó un magnífico pretexto para mostrar de una manera didáctica como eran los entierros romanos. La gran simbología que esconde cada uno de los actos ceremoniales que forman parte de un funus sirvió para dar a conocer numerosos aspectos relativos a les creencias religiosas romanas y a su percepción del "más allá". Se mostró también las diferencias según la condición socio-económica del finado y las costumbres ancestrales anteriores a la República. Uno de los aspectos que más sorprendió al público fue la intensa mezcla de religión, magia y superstición que rodeaba hechos tan trascendentales como la muerte en el mundo romano.
El personaje muerto al cual se enterró está documentado históricamente. De esta manera se pudieron reproducir con mayor fidelidad las causas de la muerte así como su lápida funeraria. Por ello se eligió a Eutyches, un esclavo y famoso auriga de Tarraco que debió vivir entre los siglos II-III d.C. y que murió a los veintidós años de enfermedad. Sus amos, Flavius Rufinus y Sempronia (o Sempronius) Diofanis, le dedicaron una poética estela funeraria que actualmente se conserva en el Museo Diocesano de la Catedral de Tarragona.
Se reconstruyó el entierro civil (funus translaticium) del famoso auriga Eutyches, siguiendo el ceremonial funerario de la época (siglo II d.C.). El ritual se inició en el mismo lecho de muerte con la conclamatio, que consiste en llamar al difunto por su nombre tres veces. A continuación se realizó el cierre de los ojos por parte de su amo, el beso ritual en los labios para recoger el alma del finado y se depositó su cuerpo inerte sobre el suelo para que retornase a la Madre Tierra de donde surgió. Seguidamente se colocó una moneda en la mano del difunto para que la entregase al barquero Caronte, según una antigua tradición mediterránea. Finalmente, se procedió a la limpieza y embalsamamiento del cuerpo con aceites y perfumes, se amortajó al difunto i se exponuso durante el período concreto que marcaba su estatus social. Quedaba ya, tan sólo, la intervención de los servicios funerarios que organizaron el traslado del cuerpo al cementerio.
El próximo paso consistió en el desfile de la procesión fúnebre (pompa funebris), con el difunto situado en una parihuela o feretrum, hasta la necrópolis, situada por ley fuera del recinto amurallado de la ciudad. La procesión para el entierro de un joven personaje de gran fama en la ciudad debía contar con una enorme participación de público: plañideras profesionales, músicos, portadores de antorchas, familiares, etc.
TARRACO NOSTRA 1999
http://www.nemesis-arq.com/cast/cast%20rec%20hist.htm
TARRACO VIVA 2003, RECREACIÓN DEL FUNERAL DEL AURIGA EUTYCHES
EUTYCHES
EUTYCHES Y FUSCUS
En la "TÀRRACO VIVA" de 2003 se recreó el funeral del auriga tarraconense Eutyches, con todo el ritual previo y posterior a la inhumación, el cual constituyó un magnífico pretexto para mostrar de una manera didáctica como eran los entierros romanos. La gran simbología que esconde cada uno de los actos ceremoniales que forman parte de un funus sirvió para dar a conocer numerosos aspectos relativos a les creencias religiosas romanas y a su percepción del "más allá". Se mostró también las diferencias según la condición socio-económica del finado y las costumbres ancestrales anteriores a la República. Uno de los aspectos que más sorprendió al público fue la intensa mezcla de religión, magia y superstición que rodeaba hechos tan trascendentales como la muerte en el mundo romano.
Se reconstruyó el entierro civil (funus translaticium) del famoso auriga Eutyches, siguiendo el ceremonial funerario de la época (siglo II d.C.). El ritual se inició en el mismo lecho de muerte con la conclamatio, que consiste en llamar al difunto por su nombre tres veces. A continuación se realizó el cierre de los ojos por parte de su amo, el beso ritual en los labios para recoger el alma del finado y se depositó su cuerpo inerte sobre el suelo para que retornase a la Madre Tierra de donde surgió. Seguidamente se colocó una moneda en la mano del difunto para que la entregase al barquero Caronte, según una antigua tradición mediterránea. Finalmente, se procedió a la limpieza y embalsamamiento del cuerpo con aceites y perfumes, se amortajó al difunto i se exponuso durante el período concreto que marcaba su estatus social. Quedaba ya, tan sólo, la intervención de los servicios funerarios que organizaron el traslado del cuerpo al cementerio.
El próximo paso consistió en el desfile de la procesión fúnebre (pompa funebris), con el difunto situado en una parihuela o feretrum, hasta la necrópolis, situada por ley fuera del recinto amurallado de la ciudad. La procesión para el entierro de un joven personaje de gran fama en la ciudad debía contar con una enorme participación de público: plañideras profesionales, músicos, portadores de antorchas, familiares, etc.
TARRAGONA EN LA HISTORIA (15)
http://ramon-rsarlef.blogspot.com.es/2011/01/433-tarragona-en-la-historia-15.html (433)
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